Seguro que eres más de agua fresquita o de agua ardiente para ducharte. Y seguro que conoces a alguien que es todo lo contrario a ti. La verdad es que sobre gustos en la ducha no hay nada escrito y cada uno tiene su opinión. Sin embargo, como en cualquier sector, existen valores consideramos como «comunes» o, al menos, considerados como normales. ¿Quieres saber cuáles son esos valores en el agua de ducha? ¡Atento!
En primer lugar, debemos diferenciar entre la temperatura del agua en invierno y la temperatura del agua en verano. Por supuesto: no es la misma. Como norma general, la temperatura del agua de la ducha debe estar entre los 29 y los 38 grados siempre. Aunque dependa de la época del año, eso son los valores considerados como normales.
Por encima de 38 grados, el agua puede secar en exceso nuestra piel. Por otro lado, por debajo de los 25 grados, puede ser perjudicial para nuestro cuerpo. Una temperatura intermedia es lo mejor para mantener la hidratación del cuerpo sin pasar ni mucho frío ni mucho calor.
¿Y tú de qué eres más? 🙂